ESTOCOLMO Y EL CRIMEN DEL OLVIDO
Por César Vázquez Chagoya
No es raro que pase entre políticos. Un día pueden tener una posición política, y al paso del tiempo, pensando que ya se olvidó, cambian de posición. No podíamos creer que el dirigente estatal de los panistas en Veracruz no sólo padeciera el síndrome de Estocolmo, sino que cambie con respecto a su criterio del diputado Renato Tronco Gómez.Alejandro, siempre serio, alejado de las cámaras, por años sólo salía a dar conferencias de prensa. Había sido en 1997 diputado federal y delegado en varios estados del PAN, en el Comité Nacional cuando Felipe Calderón fue su dirigente. Después fue coordinador de la campaña de Luis Pazos para la gubernatura en 1998. Conoció a Vicente Fox cuando era delegado en Quintana Roo, y jugó un lugar preponderante en su campaña rumbo a la Presidencia de la República.Volvió al Comité Nacional y se fue de nuevo a Quintana Roo como delegado, y en el 2003, con el apoyo del grupo de Gerardo Buganza y el de Xalapa, gana la dirigencia estatal por un solo voto al jarocho Alejandro Salas Martínez, quién fue apoyado por el grupo de Boca del Río. En esa elección, hubo una acusación seria en contra de Vázquez Cuevas, cuando la señora Isabel Porres, esposa del César Leal Angulo, señalara que Vázquez había traicionado a su esposo cuando era dirigente estatal en 1997.Con el tiempo, Vázquez Cuevas se consolidó y junto con Miguel Ángel Yunes Linares, impulsan la candidatura de Gerardo Buganza para la gubernatura del estado, la cual pierden por sólo 26 mil votos.No se sabe quién cambio a quién, pero Vázquez Cuevas, en las elecciones del 2004, cambio la ética del PAN y postula en los cargos de elección popular a personas con antecedentes de malosos, y no tuvo empacho en entregarle a Cirilo Vázquez Lagunes los distritos de Acayucan y Cosoleacaque, así como las candidaturas para la Presidencia Municipal de Jesús Carranza y Las Choapas.Cuando hablamos de “quién cambio a quién”, nos referimos a Vázquez Cuevas y a Miguel Ángel Yunes Linares; éste ultimo, sin tapujos y sin moral, visitó en el penal de Pacho Viejo a Vázquez Lagunes para que apoyara al PAN, a pesar de haber sido uno de sus principales perseguidores en el sexenio de Patricio Chirinos; pero el que se voló la barda fue la visita al mismo personaje de Dante Delgado, quien lo metió a la cárcel y le fue a pedir que lo apoyara para la gubernatura. Sin palabras.Perdida la gubernatura en el 2004, pero a sólo 26 mil votos de diferencia con el PRI, el PAN se dispuso a ganar en las elecciones federales en el 2006, situación que lograron al ganar la segunda senaduría, y 12 de los 21 distritos electorales federales. La espuma triunfadora de Vázquez Cuevas estaba en las nubes.Quienes hayan hablado con Vázquez Cuevas después de julio del 2006, se notaba como un caballo imparable: amigo del Presidente de la República cuando este fue dirigente nacional del PAN; había vivido en la misma casa con Manuel Espino, dirigente del partido azul. De Fidel Herrera Beltrán, se expresaba que todo era mentira, puras promesas y que no jugaba para las elecciones municipales del 2007, donde su partido arrasaría.Pero Vázquez Cuevas, contrario a lo que decía, negociaba con el gobernador de Veracruz todo, sin importar la legalidad. Vendía políticamente caro la suscripción de acuerdos como el Pacto de Gobernabilidad, y después se conocería que recibía más 150 mil pesos mensuales para que participara su partido. El órgano ciudadanizado del Instituto Electoral Veracruzano, lo hicieron trizas al poner funcionarios del PRI y del PAN.El ORFIS, órgano de la Legislatura para fiscalizar a los ayuntamientos, dependencias estatales, etc., se llenaron de panistas, y fue así que salvaron de la cárcel a Joaquín Guzmán Avilés, ex alcalde de Tantoyuca; José Ramón Gutiérrez de Velasco, del puerto de Veracruz, etc. Vázquez Cuevas, así como mostraba enojo al gobernador con su boca, se le acercaba demasiado a través del magnifico negociador Eric Lagos, ex secretario privado del mandatario, y coincidentemente también hoy diputado local.Ya manifestaba el dirigente panista el síndrome de Estocolmo, cuando la víctima se enamora de su secuestrador. Así es, lo secuestró, lo embrujó Herrera Beltrán, tanto que no se dio cuenta Vázquez Cuevas que antes de las elecciones para presidentes municipales, ya lo tenía bebiendo de su mano, y de 88 alcaldías, lo deja con 33, y de 22 diputaciones, se queda con 12.En ese secuestro del dirigente panista, estuvo el drama de Las Choapas. En junio del año pasado, dos personas le quitan la vida al regidor de ese municipio, Alfredo Pérez Juárez. Son arrestados los asesinos quienes señalan como autor intelectual a Renato Tronco, entonces alcalde de ese municipio; pero Vázquez Cuevas, con toda su fuerza política, encabezaba conferencias de prensa defendiendo a Tronco, y la viuda del verdadero panista, originario de Tantoyuca, no daba crédito que el dirigente del partido al que tanto le había dado su esposo, le dieran la razón a su asesino.La protección de Vázquez Cuevas a Renato Tronco fue más allá, y lo hace candidato a diputado local por el distrito de Coatzacoalcos rural y gana, pero no porque lo quisiera la gente, sino que el PRI tenía que perder dos distritos para que entraran por la vía plurinominal los dirigentes magisteriales, y en eso estuvo también de acuerdo Vázquez Cuevas y él escogió los distritos. Uno para su protegido Tronco Gómez, y el otro, Cosoleacaque, para el hijo de Cirilo Vázquez Lagunes.Es más, el PAN no quería suscribir el Pacto de Desarrollo Económico y del Empleo, pero hace apenas dos meses, y sin tapujos, Vázquez Cuevas se presentó al Palacio de Gobierno, y le pidió al gobernador que dejaran entrar como diputado local a Joaquín Guzmán Avilés, ex alcalde de Tantoyuca, acusado de todo, pero intocable. Todavía el gobernador, para que todos notaran quién era quién, se toma una foto con Alejandro en un balcón del palacio, con todo y palomas volando. Que bonito.Todos dábamos como un hecho que el PAN firmaría el Pacto, pero la sorpresa es que no llegan los azules, ni los amarillos ni los anaranjados, aun cuando ellos pidieron que fuera en el palacio legislativo, y a cambio Vázquez Cuevas, se fue con otros partidos a una conferencia de prensa diciendo que no era el momento de firmar: el secuestrado se le salió al carcelero.Bueno, qué faltaba. Antes, el año pasado, el 15 de noviembre, el día del informe del gobernador Fidel Herrera Beltrán, Vázquez Cuevas quiso bromear con el color moreno del mandatario.Ahora Alejandro, sintiéndose frío, sin hablar con su secuestrador, llama la atención con señalar que quiere hablar con el gobernador, porque el coordinador de la diputación priísta, Héctor Yunes Landa, no les da participación, y el gobernador como que le da audiencia o no, rompiendo la institucionalidad en el Congreso. Ahora, diputados del PAN dicen que no irían con Fidel, porque sería entrometerlo en la vida del Congreso. También el mandatario dice que platicar del pleito entre Yunes y Vázquez Cuevas, no es importante en su agenda.¿Saben con qué salió este domingo 30 de marzo Vázquez Cuevas, ante el rechazo de sus diputados de bancada y la contestación del gobernador? Que el gobierno de Veracruz protege al diputado local Renato Tronco por los hechos violentos en Las Choapas el 12 de marzo, y que no se le ha visto la justicia en el asesinato del regidor Alfredo Pérez Juárez.Renato Tronco ya renunció al PAN, y ahora con la traición a pecho, Vázquez Cuevas quiere justicia para el regidor panista inmolado. Otro que se enamora y otro que pierde la brújula política ante la indiferencia. Lo que tiene que soportar uno.----
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