lunes, 26 de noviembre de 2007

Serían más de 60 muertos en la Plataforma Usumacinta, por César Vázquez Chagoya

Tiene como un mes que se registró en la Sonda de Campeche, la tragedia en la plataforma Usumacinta. Ahí, el cantiliver de la plataforma degolló unas válvulas del pozo y éste se descontroló. Cabe mencionar, que en la estructura llamada Sea Pony Kab 105, está operando los pozos Kab 101, 103 y 121.La historia ya es conocida, 23 muertos y un mes de derrame de crudo en el océano, afectando las costas de Campeche, Tabasco y Veracruz, hasta ahora.Surgen las interrogantesLos 25 mil trabajadores, directa o indirectamente, que giran alrededor de la explotación petrolera en la Sonda de Campeche, están consternados e indignados por los hechos que se dieron aproximadamente un mes y no salen de su estupor. Nadie se explica una serie de hechos que se cometieron y que se siguen cometiendo desde la instalación de la plataforma Usumacinta y que pasamos a referir de manera sucinta:1.- Nadie se explica por qué desde el principio, la plataforma Usumacinta no fue bien anclada de manera adecuada. El personal que se ha entrevistado, señala que inicialmente el anclaje al seno marino no se hizo de manera adecuada, ya que uno de ellas se colocó sobre terreno falso. Las consecuencias se apreciaron al sufrir los embates del frente frío de septiembre y las erosiones producidas por las corrientes marinas, donde una de los soportes “se venció”, ladeándose la plataforma y degollando una de las válvulas de uno de los pozos.2.-Nadie se explica, el por qué, a diferencia de los estados costeros del Golfo de México –Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche– nadie de PEMEX ni de los operadores de la plataforma Usumacinta, tomaron las medidas preventivas adecuadas para proteger a los trabajadores, ya que previamente, con más de 48 horas, fueron prevenidos de los embates de vientos de más de 120 kilómetros por horas que azotaría las instalaciones a mar abierto y a los lugares costeños del Golfo. Todos los estados mencionados, tuvieron más que tiempo suficiente para prevenir a la población de los efectos del frente frío y los daños que se registraron fueron mínimos y se circunscriben al aspecto material.3.- Se preguntan y condenan los trabajadores de la Sonda de Campeche, de la complacencia de Petróleos Mexicanos, que permite que los contratistas operen equipo debajo de las normas internaciones, sobre todo porque los trabajos de explotación de hidrocarburos está considerada como de alto riesgo. Ahí está el caso de las mandarinas, que al impactarse con el agua, se deshicieron peor que esferas de Navidad, ocasionando las 23 víctimas que hasta el momento conocemos.La condenaY si nada de eso es suficiente para realizar una condena pública de las políticas corruptas de PEMEX y de sus contratistas, subyace otra que, de comprobarse, sería un crimen peor el de haber permitido tantas anomalías y sus resultados catastróficos.Si bien, Petróleos Mexicanos y el país, sufren un detrimento económico con el descontrol de los pozos Kab 101, 103 y 121, lo que se perdió con el desastre de la plataforma Usumacinta, además de ser moral, también nos ubica en los terrenos de la criminalidad.Refieren los trabajadores de plataformas, que en cada una de ellas existen camarotes o dormitorios, que son ocupados por los trabajadores que ahí laboran, ya que como es fácil comprender, no se puede ir y venir de manera cómoda de la nave a tierra firme, y sabido es de todos, que los embarcan o desembarcan cada 14 días.También es sabido, que quienes trabajan en las plataformas lo hacen cubriendo “guardias”, en su mayoría, por lo que cada “x” horas, de manera alternada, el personal descansa en esas habitaciones, en una cantidad aproximada de 40 personas, por lo menos.Si las consecuencias de la afectación de la plataforma, al perder uno de sus soportes y al ocurrir la fuga, refieren los trabajadores, cerca de 40 personas estaban descansando en las habitaciones de la plataforma, de tal manera que fueron impactados por la fuga de gas e hidrocarburos, pudieron haber muerto por intoxicación quienes ahí descansaban. Posteriormente, se sabe, ocurrieron explosiones e incendios, y esos camarotes estaban expuestos a los efectos de esos siniestros, lo que originaría la muerte inmediata de quienes descansaban después de haber cubierto su “guardia”.La indignaciónA todo lo anterior, se suma la noticia que acaba de dar PROFEPA, de que se dinamitaría la plataforma Usumacinta para poder controlar la fuga de hidrocarburos, y que eso ocurriría en un término de 20 a 30 días. Refieren los 25 mil trabajadores de la Sonda de Campeche que prestan servicio directa o indirectamente a PEMEX, que esa medida no tiene más objeto que borrar las evidencias de un crimen de esa inimaginable tragedia.Piden y exigen, que primero se haga una inspección de la plataforma para verificar que no existan cadáveres de trabajadores que pudieran haber estado en los camarotes y descartar de tajo, la existencia de más trabajadores muertos.El escepticismo de los trabajadores, es porque ha trascendido que Petróleos Mexicanos pretendía contratar a una compañía norteamericana para que efectuara el desmantelamiento o destrucción de la plataforma, a lo que se negó rotundamente. Posteriormente a ello, trasciende que PEMEX ya estableció con una compañía que trabaja en Kuwait y que esta sí aceptó a realizar ese trabajo.El gobierno federal de Felipe Calderón Hinojosa, la dirección de Petróleos Mexicanos y la gerencia de la misma en la Sonda de Campeche, por el bien de todos, deben despejar las dudas sobre la existencia de cadáveres en la plataforma Usumacinta, para no dar pie a seguir manteniendo la incertidumbre de que la tragedia tuvo mayores consecuencias.Ya el estigma de la corrupción en PEMEX y sus contratistas no se puede borrar, la permisividad en sus relaciones volvió sus operaciones fabriles en situaciones criminales y si no se aclara esta última duda, estaremos ante un escalofriante cuadro de inhumanidad y de alta criminalidad.

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