jueves, 20 de diciembre de 2007

El "Perico" Arredondo , Sano: CEM, por César Vázquez Chagoya

Las tres de la mañana: Ring, ring… “¿Bueno?” se contestó. Del otro lado de la línea se oyó:- ¡Ayúdame, por favor! Me siento muy mal…- ¿Dónde estas?- En la avenida Xalapa, aquí hay unos policías que me quieren ayudar, pero mejor quiero ir a tu casa.- Pues diles que te traigan- se contestó.Una patrulla de la policía intermunicipal de Xalapa, con oficiales acomedidos, llevaron a mi domicilio a mi amiga que se sentía muy mal.Llegando, la pregunta rápida:- ¿Qué te pasó?- Vengo de una reunión con Víctor, pero me pase de dosis de cocaína y como me puse a vomitar, se enojó y me bajó de su carro.- Ya te dije que te iba a traer problemas- fue mi recriminación.- Si, pero lo quiero y no puedo dejar la cocaína- fue la contestación de una mujer enamorada.Un año. Un largo año duró la relación personal de mi amiga con Víctor Arredondo Álvarez, y casi le cuesta la vida, pero se levantó. Se prestó a que grabáramos su experiencia. Se sabe de las casas, con quiénes frecuenta, con los que se ha peleado. Total, una vida de disipación a tambor batiente. El hecho de que los medios de comunicación lo llamen “perico” sin llamarse Pedro, no viene por nosotros.Todos lo saben, y la crítica al secretario de Educación ya no es secreto a voces: es un verdadero escándalo a quien todavía pretende ser Gobernador de Veracruz con la ayuda del ex banquero Roberto Hernández, del grupo BANAMEX, originario de Tuxpan. El vicio de la cocaína del originario de Fortín de las Flores, es personal, pero cuando se trata que manejar la educación de miles de niños y jóvenes, y que tenga el presupuesto más grande en el Gobierno del Estado, es otra cosa.Es asombroso como Víctor Arredondo Álvarez incrementó el número de rechazados en la Universidad Veracruzana cuando fue rector; se opuso a que se diera la educación a distancia, como se lo había pedido en el 2001 el gobernador Miguel Alemán. Ahora como secretario de Educación, todo está suelto. Los sistemas de todos los niveles están desatendidos y este hombre sigue en la pachanga. En la reciente Feria Internacional del Libro en Gualadajara, dedicada a la república de Colombia, el señor se fue a festejar a uno de los lugares más caros y costosos, donde hay mujeres hermosas de todo el mundo.Las historias se repiten en cada lugar del planeta. Toma y consume de lo mejor, y no sabemos si le alcance su sueldo para tanto lujo, tantas mujeres y cocaína. Se decía que su vicio es personal, pero alguien se la vende y ese pertenece al crimen organizado, así que el señor con qué moral habla de programas de “escuelas sin drogas”. ¿Con qué moral les pide a los niños abran sus mochilas para revisarlas? El cinismo no tiene límite ni nombre.Ahora como parte del cinismo gubernamental, ya hasta están enlodando al Centro de Especialidades Médicas de Xalapa, para que diga su director Fernando Benítez Obeso, que entre varios funcionarios, Víctor Arredondo Álvarez le autorizó a decir que no se le encontraron drogas en su cuerpo… ¡Por favor! ¿Quién se chupa los dedos? Ya vemos al director de un centro hospitalario del Gobierno de Veracruz diciendo que un funcionario sí es adicto. Bueno, sí: a un subprocurador de Tuxpan, pero porque el ex secretario de Gobierno Flavino Ríos, en el Alemanismo, lo quiso sacar del sistema.El Centro de Especialidades Médicas siempre se ha manejado políticamente por la misma razón de su origen, en dar atención a los que la requirieran y les cobran de acuerdo a su nivel económico. Hay veces que pagan nada los más pobres, y en esta ocasión (como un servicio al pueblo de Veracruz) a los funcionarios estatales se les regaló el examen y nadie resultó adicto, incluyendo a Don Víctor Arredondo.¿Tiene la capacidad científica el Centro de Especialidades Médicas para dar este tipo de diagnóstico? No. Las muestras de dopaje a los deportistas, generalmente en México, se mandan a los Estados Unidos. El Comité Olímpico Internacional hace lo mismo. Así que, Don Benítez Obeso, no estamos en la edad de la canica para que dé este tipo de información y todos la creamos, cuando es público, notorio y escandaloso que el secretario de Educación de Veracruz, es adicto a la cocaína.Para que el señor Arredondo Álvarez se le deje de decir “perico”, “cocodrilo”, “cocainómano” y aspirar con seriedad a la gubernatura de Veracruz, es tan fácil con requerir la intervención, como colaboración voluntaria, a la delegación del FBI en la embajada de los Estados Unidos de América en la ciudad de México. ¿Por qué no va a ahí el señor Arredondo, ni demanda judicialmente a los que lo difaman? Simplemente porque el señor es drogadicto, para mal de la educación en Veracruz, y mal por no reconocer a tiempo como persona que ya no puede parar su vicio.Pobres niños de Veracruz.

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