miércoles, 21 de enero de 2009

AMENAZAS BURDAS
Por César Vázquez Chagoya
Triste en realidad el papel que realiza la alcaldesa de Minatitlán, Guadalupe Porras David, cuando a través de emisarios trató de “manejar” la situación del desalojo realizado por elementos de Seguridad Pública.Todavía que es una de las partes responsables de este conflicto donde se mantuvo casi por 24 horas tomada Minatitlán por parte de campesinos provenientes de la congregación Nuevo Atoyac, la señora alcaldesa y candidata a diputada federal por el PRI, tuvo la osadía de amenazar a los medios de comunicación que cubrieran el desalojo realizado por la fuerza pública, quesque porque “iban a golpear al gobernador”.Le comento: hace 48 horas, más o menos, campesinos de la comunidad Nuevo Atoyac, perteneciente a Minatitlán, llegaron hasta el palacio municipal a donde --para variar-- no estaba la alcaldesa Guadalupe Josephine Porras. La protesta era, supuestamente, por la falta de apoyos en caminos en el área rural. Así lo dijeron y así lo insistieron.Se azotaron diciendo los campesinos que tenían (y es verdad) por lo menos 50 años de retraso en caminos rurales abandonados: la bandera es justa, el fondo es perverso.Total, la señora presidenta no estaba en su sillón, ni por lo alrededores, quesque porque estaba en Xalapa con gente de las comunidades gestionando… Sí, adivinó, los caminos.Luego entonces, y ante la falta de autoridad municipal (si es que acaso la ha habido) los campesinos de Nuevo Atoyac decidieron forjar sus propias páginas de la historia toletiana y gaslacrimonégina, y pusieron su campamento en plena autopista Nuevo Teapa-Cosoleacaque; ahí nomás para sentir el cálido roce del asfalto. Por la noche, cafecito, tamales, y todo lo que había en los itacates.Pasaron la madrugada entre niebla.Por esa misma madrugada se decía que ya había una movilización importante de policías y que habría un desalojo de esos bien chidos, con escudos, cachiporras, y miles de mentadas de madre.Pero no pasó nada, puro choro. Los expertos en seguridad dicen que lo peor es hacer un operativo de noche; la clave es precisamente la luz del día.Posteriormente, cerca de las 10:50 horas, una gresca entre Policías Federales y los campesinos, originó que Seguridad Pública del Estado interviniera al fino arte de los moquetazos organizados. Se armó, como dice Loret, la de “Dios es padre”, y pues ya calientes, los polis decidieron mejor abrir la autopista con la diplomacia del garrote.Y ya encarrerado el ratón, pues pasaron al horrible palacio municipal de Mina para también darle una repasada a los cámpiras que ahí habían instalado su segundo campamento, para finalmente tener a la ciudad bajo control.Mientras todo acontecía este asunto policiaco que le acabo de describir, se dice que la señora Josephine Porras (AKA “Lupita”), estaba comiéndose las uñas escondida por la sede de la UV. Mientras, sus mensajeros se encargaban de difundir la buena nueva de que ¡Cristo nació!… No, mentira… De que cuidadito si algún nefasto periodista antirojo, antifidel, antiveracruz se le ocurría decir que el desalojo fue llevado por parte de Seguridad Pública, quesque porque era golpear al gober.Ajá, ¡Uy que miedo! Seguramente el gobernador está molesto con toda la zona sur, y Zeus (como es su nombre-clave en los códigos policiacos de Veracruz) no tardará en azotar su furia olimpesca y mandarnos rayos y centellas, Batman, a todos los periodistas que cubrieron el heroico desalojo de la autopista.Si, chucha, (o mejor dicho, Lupe). Ni que fuéramos tan supersticiosos como los espartanos.

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