miércoles, 20 de junio de 2007
Indígenas de Ixhuatlán de Madero, los más reprimidos, por César Vázquez Chagoya
No acaba de llegar la justicia social a la Huasteca Veracruzana, al norte del estado. De nada valió que haya nacido en Chicontepec el gobernador Adalberto Tejeda Olivares, quien con Úrsulo Galván formaran la Liga de Comunidades Agrarias y Campesinas en 1923 y desde ahí dieron la batalla más sangrienta para recuperar las tierras de los campesinos en manos de los terratenientes.Los gobiernos priístas cómo se desgañitan cada aniversario de la liga y en el natalicio de Úrsulo Galván, para honrarlos, pero también cómo le dan palo a los indígenas paisanos de Tejeda, en donde la tierra, a pesar de haberse repartido entre los campesinos que no hablan español, siguen en manos de los ganaderos, y lo peor, en manos de extranjeros.Nada ha cambiado en la Huasteca desde que era controlada por las compañías petroleras, teniendo como "esquirol" a Manuel Peláez, quien tenía su rancho en donde se asienta Álamo, y combatía a los revolucionarios como Cándido Aguilar, a quien se le enfrenta cuando el cordobés hace su gobierno en Tuxpan en 1915. Murió Peláez, vino el reparto agrario, se expropiaron las compañías petroleras y los terrenos siguen en manos de los mismos: ganaderos y terratenientes extranjeros.¿De qué les ha servido a los indígenas tener en sus manos los decretos de expropiación si nunca les entregaron las tierras? El problema se agudiza en Benito Juárez, Chicontepec e Ixhuatlán de Madero, donde naciera el científico mexicano y político de izquierda Heberto Castillo Martínez. En los ochentas hubo movimientos para recuperar por la fuerza los predios de los indígenas a través de la lucha del hidalguense Alejandro Hernández Dolores. La represión fue brutal, pero consiguieron reparto agrario.Después vino una lucha entre los ganaderos y se mataban entre ellos. De las muertes echaron la culpa a las organizaciones indígenas y muchos de sus dirigentes fueron a dar a la cárcel, además de suscitarse las muertes en Plan de Encinal y Cantollano, en Ixhuatlán de Madero, donde todavía duerme el sueño de los justos la recomendación de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos para dar con los asesinos de los indígenas y hasta ahorita nada. Inmiscuidos funcionarios del gobierno de Patricio Chirinos encabezados por Miguel Ángel Yunes Linares.Descalzos, sin tierra y con el morral en los hombros casi viviendo sin ilusiones, caminan muchos indígenas huastecos buscando la justicia social, que no la encuentran porque están en desventaja al no saber leer, escribir y menos hablar español.Vino el gobierno de Miguel Alemán y empezaron los caprichos y prepotencias. En septiembre del año 2000, un camión de transporte de la línea "Álamo", propiedad de Nabor Mejía, protegido en su momento del senador Silverio Ricardo Alvarado, atropelló y mató a 5 indígenas en la comunidad de Tzocohuite, de Ixhuatlán de Madero. Los habitantes cercanos apoyaron a sus paisanos y en un operativo en octubre para recuperar los camiones de los Mejía de Álamo, matan a un indígena y 2000 huastecos desarman a casi 100 policías y los violan.Sobre las rodillas el entonces subsecretario de Gobierno, Jorge Uscanga Escobar, para lograr la liberación de los policías al negociar que la línea "Álamo" no les daría servicio y que ellos manejarían una cooperativa. Pues en estos años, ni los "Álamo" han dejado de circular, y varias veces han sido detenidos los líderes de Tzocohuite, además que sus camiones comprados para dar el servicio prometido, son detenidos dizque porque eran robados en un corralón de Poza Rica.Después vino el anuncio de que les iban a construir un hospital en Ixhuatlán. El secretario de Salud, Mauro Loyo Varela, emborrachado de poder, se enterca en construirlo en la cabecera municipal y comunidades piden que sea en "Llano de Enmedio", lo que originó protestas que realizarían en Xalapa (a gastarse los indígenas lo que no tenían), organizando una marcha hacia la capital del estado, pero cerca de Poza Rica los reprimieron muriendo un ciclista por ser atropellado por una patrulla, y un anciano indígena por asfixia, ya que lo subieron detenido a una patrulla y lo dejaron más abajo de los demás. ¿A quién castigaron? A nadie, todavía se fue Loyo Varela sin terminar el hospital y sin equipamiento. El galeno, ex funcionario, goza de su fortuna a pesar de las denuncias por desvíos millonarios a los recursos públicos. Loyo al gozo, los indígenas muertos al foso.Desde el 14 de junio pasado, nuestra compañera de Poza Rica Livia Díaz tenía una información de un desalojo en Ixhuatlán de Madero en el predio San José del Dorado. Los campesinos, con una resolución presidencial del 26 de julio de 1938, no se las habían entregado. Historia vieja, ya que en 1983 lo habían querido recuperar y la historia fue igual, ya que fueron desalojados por miembros del Ejército.El 10 de junio de este año se volvieron a meter al predio de 513 hectáreas que se dice es propiedad de los hermanos Marcos y Josefina Faisal, quienes viven en Álamo, Veracruz, cerca de las tierras en conflicto, y el día 14 de junio fue desalojado por elementos de Seguridad Pública de Veracruz y se habla de 47 detenidos, pero eso son versiones porque el gobierno no dice nada oficialmente y mientras esto sucede, todos los medios de comunicación estamos sujetos de la información que dan los grupos sociales que apoyan a los indígenas.No se puede comprender el desalojo del predio cercano a Tzocohuite, ya que el mismo Gobierno anunció la liberación de 87 indígenas encarcelados por problemas sociales, en contraparte mete a otros con problemas similares. Extraña, porque en los casi tres años del gobierno de Fidel Herrera Beltrán, ha privilegiado el diálogo y más con los grupos de indígenas.No creemos que el mandatario veracruzano quiera pasar a la historia de Veracruz como represor de indígenas; esto sucede cuando se encontraba fuera del país.Así que la historia del desalojo de los "Dorados de Villa", seguirá dando que hablar. Los indígenas de Ixhuatlán de Madero no solamente están sujetos a pobreza extrema, cercados por caciques ganaderos y la represión de la fuerza pública, lo que convierte a este municipio en el más a reprimido por el Gobierno de Veracruz en la historia moderna.------
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