viernes, 1 de junio de 2007
Entre Bours y Fidel,por César Vázquez Chagoya
Según el secretario de Seguridad Pública de Veracruz, Juan Manuel Orozco, el operativo “Veracruz Seguro” ya se extendió en todo el estado: hay retenes de norte a sur. Mientras a los militares se les utiliza en labores policíacas, no se hace nada en preparar a los policías municipales y estatales. No basta hacer reuniones con los principales jefes policíacos y decirles que hay que luchar con todo en contra el crimen organizado y la delincuencia común.La agencia Reforma de noticias, en un reportaje sobre los sueldos de los policías en todo el país, tomando como fuente la Secretaría de Seguridad Publica Federal, dice que Veracruz es el penúltimo lugar en pagar sueldos a su policía con 2 mil 490 pesos en promedio. No quedamos en último gracias al estado de Guerrero, que paga 2 mil 461 pesos. El que mejor paga es el estado de Campeche, con 6 mil 718 pesos.¿Con estos sueldos los policías van hacer una efectiva lucha contra el crimen organizado? No, para nada. No se puede ser honesto con estos sueldos ni aunque reciban el salario que pagan en Campeche. Apenas el Gobierno Federal está dignificando los salarios del Ejército y de la Armada, y aunque les aumentaron casi el 50%, se requiere de más. Todos hablamos de seguridad, de abuso de los policías, etc., pero la mayoría al tema lo evaden en todos los congresos estatales para no tener problemas. El tema policiaco inclusive ha servido para que a los políticos que se han dedicado a esta noble actividad, los traten de denigrar porque fueron "polis".Para la mayoría de la población y los políticos es denigrante ser y haber sido policía, porque no son de confiar. Teniendo la sociedad veracruzana a la policía en la suela de los zapatos, sólo se acuerdan de ella cuando sufren alguna agresión y entonces sí exigen un servicio de primera, cuando han pagado lo equivalente a que estemos en el penúltimo lugar nacional en cubrir esos servicios.Para los que no lo saben, la policía representa la cara de la sociedad. No son los ricos ni las caras bonitas. Sin seguridad no habría ricos, ni clase media y sí muchos pobres. La sociedad veracruzana si quiere buena seguridad, debe poner a su policía a la altura y eso es dignificarla, pagarles bien, seguridad social, etc. La solución se llama dinero. Buenos sueldos (llama la atención los que traen en la sangre ser policías, pero no ingresan a ella porque tendrían que robar para sostenerse), una seguridad social que garantice pensiones decorosas a los que caigan en servicio o sean victima de enfermedades tempranas o invalidez en servicios. Una pensión decorosa para el retiro.Aquí estamos muy entretenidos con qué sueldo deben ganar los magistrados del Tribunal Superior de Justicia, que son los últimos en el eslabón de la cadena de la justicia veracruzana. La dignificación de la policía nos corresponde a todos los jarochos. Ya no es tiempo de jugar a que se les rifa casas, se les medio suben los sueldos o se les premia por sus actos heroicos, sin que eso represente un buen ingreso diario.En la lucha del narcotráfico que se lleva a cabo en Veracruz, vemos con asombro cómo la prensa nacional dice que Sonora es el único estado en donde se detienen ZETAS. Qué equivocados están: en diciembre pasado en Coatzacoalcos se detuvieron a dos y tres fueron amparados por la justicia federal. El trabajo lo hizo la policía municipal de Coatzacoalcos. Después, la misma policía, en conjunto con la del estado, detuvo a 5 cuando pretendían matar a otro narcotraficante en una tienda comercial. Cuando los hechos de Villarín, en Veracruz, el 4 de marzo se detuvieron a siete. El 18 de marzo matan al comandante Monrraga, y se detienen a 4; finalmente, cuando se balacean los narcotraficantes en el entronque de la carretera federal, son detenidos 3. Todos fueron remitidos y llevados a México por la SIEDO (Subprocuraduría en contra de la Delincuencia Organizada federal).Como un mal endémico de la Procuraduría General de la República y de la Secretaría de la Defensa Nacional, no se tiene información de estos detenidos y tampoco de los varios éxitos que se tienen a nivel nacional en el operativo en contra del narcotráfico. Estamos seguros que son más los éxitos que las ejecuciones o actos del crimen organizado, sólo que no hay una política informativa uniforme.Dice el Presidente de la República Felipe Calderón que se han recuperado espacios para la gobernabilidad antes en manos del crimen organizado y no se duda. En la región de la zona conurbada, antes que entrara la fuerza federal, los habitantes de Veracruz y Boca del Río fueron testigos de las caravanas de vehículos de narcotraficantes paseándose con toda impunidad y atacándose entre ellos.Aunque hay ejecutados, ya los sicarios no andan como en su casa, inclusive cambiaron de táctica para no andar en carros lujosos y blindados, utilizando carros compactos y hasta viejos emplacados para no llamar la atención. Especialmente en la zona conurbada ha sido relativo el éxito por la presencia, aunque lo más relevante que ha traído el operativo “Veracruz Seguro”, fue el haber clausurado un casino en el centro de convenciones donde despacha el gobernador, haber baleado a emigrantes en Vega de la Torre y agredir a periodistas de NOTIVER, por tomar fotos en un operativo para recuperar un carro robado en un lavado de autos.Muchos han criticado que al Ejército se le llame azul. Pero los datos son los datos y que nos disculpen, pero no fue en Sonora donde se han detenido a más narcotraficantes. Se han matado a más, pero no detenido como en Veracruz. Comparen los capturados en otros estados desde diciembre y los números no mienten, y aun así, en tres ocasiones, el gobernador mediante oficios pidió la intervención de las fuerzas federales, pero vinieron con la intriga de que no era capaz nuestra policía de parar las ejecuciones y de que no se quería en Veracruz el operativo del Ejército: todo se debió a nuestro pecado de que las autoridades veracruzanas se atrevieran a señalar que elementos del Ejército podrían haber violado a una indígena en la sierra de Zongolica.Solamente hay que ver como el Gobierno Federal trata al gobernador de Sonora, Eduardo Bours, quien fue de los mandatarios priístas que en abierto apoyaron la candidatura de Calderón para la Presidencia de la República: lo felicitan por la muerte de más de 15 narcotraficantes cerca de Cananea; o cuando Don Eduardo cuestiona que cómo era posible que los narcotraficantes viajaran 400 kilómetros desde Tamaulipas, cesaron inmediatamente a los principales mandos de la Policía Federal Preventiva, sección caminos.Ahora los santones del periodismo nacional no han linchado al gobernador de Sonora por no haber brindado protección policíaca al Diario "Cambio" de la cadena “Organización Editorial Mexicana”, dos veces atacada con granadas; curiosamente para nada hay un linchamiento nacional cuando uno de los camiones de Bours, de su empresa BACHOCO (dedicada a fabricar alimentos y criar pollos) lo detuvieron con cocaína. Una de esas plantas está en Ixhuatlán, Veracruz, en el sur del estado, rodeada de cuarteles militares y en la zona del Istmo donde está la mera mata de la lucha por la droga.Mire, no es tiempo de decir que pese a la presencia del Ejército, siguen las ejecuciones. O que no haya caído ningún capo del narcotráfico, cuando es público en todo en Veracruz quiénes han hecho fortunas extraordinarias, además que se dedican al narcotráfico. Que ya surgen voces en el PAN donde piden que el Ejército vigile las elecciones locales de septiembre. ¿De qué se trata?Lo que sí podemos decir es que en Veracruz hay tres zonas militares. Que muchos oficiales se han dedicado a proteger al narcotráfico y afortunadamente los oficiales que están de lado del General Guillermo Galván Galván, son los que están dando la batalla con patriotismo. Los que aseveran que si no es el Ejército, entonces quién va a combatir al narcotráfico, se equivocan. También podemos asegurar que el Presidente Calderón tiene toda la valentía y pone en juego hasta a su familia, lo que se le reconoce; puede ser el objetivo principal para que acabe la persecución, porque cuando agarren los verdaderos hilos de quien en verdad maneja el narcotráfico, nos vamos a llevar sorpresas desagradables.Claro que se está de acuerdo con combatir el narcotráfico con toda la fuerza del estado, pero a nadie le caería mal una política que defina el gobierno federal sobre qué papel nos toca jugar en esta lucha. Desde los niños hasta toda la sociedad. Para poder combatir el monstruo de mil cabezas, hay que hablar con crudeza para saber nuestra realidad. Esta batalla nadie quiere que se pierda, pero que se defina el Presidente, porque llama a la unidad para luchar contra el crimen organizado, pero a la vez utiliza al Ejército para fines políticos y combatir a sus enemigos.Es contradictorio que Calderón hable de unidad y se sepa que su jefe de la Oficina de la Presidencia patrocine con recursos públicos a operadores políticos para meterse en las elecciones en los estados. Quiere unir o quiere dividir. Una cosa es la lucha política y otra la lucha contra el crimen organizado. Calderón tiene la palabra.------
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