miércoles, 2 de mayo de 2007

Doña Ernestina se mató sola, por César Vázquez Chagoya

Veracruz es tan mágico, que tenemos personas que vuelan en su escoba. Doña Ernestina Ascensio, indígena de la sierra de Zongolica, era una de ellas, pero el 25 de febrero de este año, el motor mágico de su escoba se paró y se cayó a un barranco, y en su caída lamentablemente se lesionó sus partes nobles. Auxiliada por sus vecinos primero, y después por sus familiares, Doña Ernestina habló por lo menos con 15 personas señalando en sus sueños que la habían violado unos soldados.En su ida al hospital, pasó por la casa del alcalde de Soledad Atzompa Javier Pérez Pascuala, a quien también le dijo la anciana lo que le pasó. Llegó a un hospital particular de Ciudad Mendoza donde no la atendieron por pobre e indígena. Después la llevaron los familiares al Hospital General de Río Blanco, donde la atienden hasta las 23 horas, 6 horas después de su caída. En este lugar reportan a las autoridades judiciales que había ingresado una persona violada. Doña Ernestina, lamentablemente murió a las 6.30 de la mañana del 26 de febrero.Las autoridades hospitalarias y ministeriales públicamente señalaron que a Doña Ernestina la habían golpeado y había sido violada por la vía idónea y no idónea. Las autoridades civiles y militares iniciaron la investigación, la primera empujando a la violación; la segunda, hablando de que se analiza el líquido seminal encontrado en el cuerpo de Doña Ernestina. Había comunión, hasta que vinieron las voces de los taladores de madera escondidos en organizaciones indígenas, pidiendo la salida del Ejército de la sierra de Zongolica y todo se nubló para la justicia.El gobierno de Veracruz nombra un fiscal especial. El Presidente de la República, Felipe Calderón, en una virtud de adivinador que no se le conocía, dice que la anciana no se cayó de su escoba mágica de volar y que murió de gastritis (a pesar de que su excremento no estaba negro por la sangre, sino normal, si hubiera sido el caso de esa enfermedad). Después, en un episodio más negro de los derechos humanos del país, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, violando las leyes locales, nacionales e internacionales, dice lo mismo que el Presidente, influyendo en la opinión pública y en la averiguación.Después todas las autoridades y el periodismo “televiso” se fueron contra las autoridades de Veracruz, acusándola de todo y de inventar la violación. Lógicamente las autoridades jarochas tiraron a sostener su teoría, además de hacer a un lado a las dirigencias de los “talamontes”, quienes propiciaban el enfrentamiento entre autoridades locales y militares, callándose las voces que exigían la salida de los soldados de la sierra de Zongolica.Pero el mal estaba hecho y la gran maquinaria del centralismo presionaba a las autoridades de Veracruz a echar marcha atrás en su dictamen, no importando que organismos internacionales ya estuvieran pendientes del caso.Por fin el autoritarismo ganó, y el 30 de abril pasado la Procuraduría de Justicia de Veracruz dio la cara y manifestó que Doña Ernestina ni se cayó de su escoba, ni fue violada, por lo tanto no hay delito que perseguir. Después de dictámenes, vienen otras injusticias porque la Procuraduría tiene que castigar tanto al personal médico del Hospital de Río Blanco, como a los Ministerios Públicos, peritos y el Subprocurador Miguel Mina (con una larga trayectoria política), por hacernos creer que a Doña Ernestina la violaron.También el expediente de Doña Ernestina tiene el peligro de que desaparezca para borrar todas las evidencias de la injusticia. Para “sobarnos”, ya se anuncia que el Ejército nos dona un puente en Álamo y el Presidente Calderón viene a un acto social este miércoles 2 de mayo, donde se espera verlo más sonriente, no como cuando vino el 21 de abril cuando eran todas malas caras de intolerancia.No sabemos cómo el Presidente Calderón quiere unir a todos, golpeando a todo lo que no sea panista. No vamos bien: hay tantos casos de confrontación en la república que no anuncian nada bueno. A Doña Ernestina, sólo el tiempo para su justicia cuando se acabe la intolerancia azul y la mala política de tapar todos los males de los uniformes militares: todavía no se acaba la violación de 13 mujeres en el norte del país y hasta tienen amenazado al obispo por denunciar el caso, y dejan los militares otro expediente abierto con Doña Ernestina y sin duda el caso llegará a tomarlo la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, dependiente de la OEA (Organización de Estados Americanos)

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