lunes, 28 de mayo de 2007

Las malas copias de Cirilo, por César Vázquez Chagoya

Cirilo Vázquez Lagunes quiso poder a costa de lo que fuera. Soportó todo, hizo de todo y estuvo dispuesto a pagar con todo y eso le costó la vida el 19 de noviembre del 2006.Gracias a que a José Luis Mejía (autor de la columna política "Los Intocables" publicada en el Diario Excelsior) le regalara un rancho Joaquín Hernández Galicia entre Sayula de Alemán y Acayucan, el periodista permitió a Cirilo administrarlo, lo que le abrió las puertas de BANRURAL y al contacto con altos mandos militares empezando por el general Arturo López Flores, comandante de la XXIX zona militar con sede en Minatitlán.Su centro de operaciones fue el rancho "El Mangal", que todos los días estaba lleno de gentes pidiendo favores, jefes policíacos por dinero, políticos buscando favores, banqueros queriendo más dinero, periodistas en busca de la noticia, etc. Se tuvieron que poner carpas para dar de comer. En la parte de atrás se hicieron unos cuartos donde mínimo había más 100 pistoleros, que tenían hasta un juego de billar para entretenerse y cuando no estaba "El Patrón", ponían retenes para revisar carros, haciéndose pasar por elementos de la Policía Judicial Federal y no les decían nada porque todos los jefes del orden no salían del "Mangal". Los conocían.Cirilo era muy listo. Llegó a manejar la Unión Regional Ganadera del Sur a sangre y fuego, queriendo ponerse las botas del cacique ya fallecido en 1970, Amadeo González Caballero. Con vestir y actuar sencillo, se ganó a mucha gente con regalar dinero y hacer obras con dinero que no era suyo. Eran de las arcas de BANRURAL, porque por más dinero que sacara de sus ranchos, no podía llevar ese ritmo de gastos. Hizo mucho dinero, pero también -como se dice al principio- quería poder e invertía en ello a manos llenas.En el poder ilimitado de Cirilo en los años ochentas, claro que disfrutaron todos los hermanos. También se codearon y recibieron los buenos tratos de los jefes policíacos y militares. Básicamente se sabe que el padre de Cirilo, Don Ponciano Vázquez Lendechy, tuvo dos familias. La primera con Doña Regina Lagunes y la segunda con Doña Maria Beatriz González. Se conoce ahora, gracias a un desplegado dizque publicado por Ernasmo Vázquez González en el Diario de Istmo, que tienen otras dos hermanas chicas.Se decía que Cirilo era audaz. Así como se trajo cosas buenas, también las hubo malas, causadas por él o por terceras personas, pero siempre se dijo "víctima". Fue teatrero. Inventaba y mentía para presionar políticamente. "Era apantallador". Cuando a uno de sus visitantes lo quería impresionar, hacía que unos de sus tantos secretarios llegara a decirle que le hablaba Javier García Paniagua, en ese entonces presidente del PRI nacional o que Miguel Alemán Velasco quería contactarlo porque tenía interés en poner un ingenio azucarero en San Juan Evangelista. El asunto le funcionó hasta su muerte.Empezó a caer de la gracia del gobernador Agustín Acosta Lagunes cuando anduvo diciendo que ellos habían matado en los terrenos de Ángel R. Cabada a Felipe Lagunes Castillo (a) “El Indio” (pariente político del gobernador quien con el apoyo de la familia de Don Antonino Lagunes, líder máximo de los ganaderos del centro, del cual era yerno Felipe, había agarrado mucho poder y despachaba en el lugar conocido como el "Cocal"), a quien le quitaron los ojos, la lengua, los testículos, lo torturaron y asesinaron por órdenes del gobierno.Después vino la disputa porque Cirilo quería influir en las candidaturas del PRI en 28 ayuntamientos y para eso tomó alcaldías. En el Gobierno del Estado había dos corrientes: unos eran de la idea de no negociar y desalojar los palacios, y la otra fue la de Dante Delgado, en ese entonces presidente del Comité Estatal del PRI. Ganó la propuesta de Dante, y las negociaciones iban por buen camino, pero se trabaron por el caso de Rodríguez Clara, donde Cirilo no quería que fuera el alcalde Omar Manzur Assad.La paciencia se acabó de parte de Dante, cuando se pacta una comida en Minatitlán donde sólo estarían Dante, Cirilo, Víctor López Nassar y este autor como anfitrión, siendo síndico primero del ayuntamiento; pero ya estando Dante en el lugar, rompiendo todo pacto, Cirilo, quién sabe porque, llegó a con sus precandidatos a elección popular, que eran como cincuenta. No se comió ni se dialogó, aunque Dante nunca perdió la compostura y ante los gritos de Cirilo, el dirigente del PRI le dijo una sentencia que de haberla seguido Vázquez, no estaríamos en estos momentos lamentando tanta sangre en el sur de Veracruz: "Cirilo, soy un político profesional. Me he preparado toda mi vida para el poder y no me impresiona que traigas tanta gente no pactadas ni tus gritos, por lo que te recomiendo que te dediques a tus vacas".Víctor López Nassar, viendo la tirantes que no llevaba a nada, le pidió calma a Cirilo, argumentando que Dante venía a dialogar y no a pelear. Cirilo se disculpó con Dante y le sugirió fueran a otro lugar a dialogar. El destino fue la casa de Don Fernando López Arias en Jáltipan. Platicaron por cerca de una hora solos en los jardines de la casa del ex gobernador. Se despidieron con apresuramiento porque Dante tenía un acto en Acayucan. Desde ese día se empezaron a desalojar los palacios municipales tomados por el "cirilismo". En ese rompimiento de diálogo, en las elecciones constitucionales sólo se lamentó la quema de todas las casillas en Hidalgotitlán, realizada por los narcotraficantes de la congregación Sánchez Taboada.El 1 de noviembre de ese 1985, Cirilo se puso en el ojo del huracán. Los narcotraficantes de Sánchez Taboada ejecutaron a 21 personas entre policías judiciales federales, judiciales del estado, municipales de Coatzacoalcos y motoristas de lanchas. Ese mismo día, vía aérea llegó el celebre policía Florentino Ventura, director de la INTERPOL México para investigar el caso y se investigó a Cirilo por ser amigos de los asesinos, pero tampoco significaba que él los hubiera mandado a matar y no se le hizo nada, pero nadie se explica porque Vázquez Lagunes estaba interesado en que la prensa nacional sacara la información que él quería, pagándole a los periodistas o corresponsales el hotel, comida, alcohol, mujeres en los hoteles de Coatzacoalcos, tal como lo relata el buen amigo y periodista Arturo Reyes Isidoro, jefe de prensa en ese tiempo del Gobierno del Estado. Los boletines que emitía Cirilo lo publicaban en los diarios nacionales con los nombres de los corresponsales que no salían a reportear por las borracheras que se ponían.El 6 de marzo de 1986, un error y escándalo nacional: Fernando López Bouzas, hijo del ex gobernador Fernando López Arias, por la tarde a toda velocidad se dirigía de Acayucan al aeropuerto de Minatitlán, porque Cirilo llegaba de México. En el camino tuvo un incidente con una pipa de combustible cerca de Jáltipan y le disparó. El chofer agredido puso su queja a una patrulla de la Policía Federal de Caminos. Cirilo llegó y en el aeropuerto se subió al primer vehículo con su entonces mujer Gabriela Torres Meléndez y Víctor Capetillo, quien había sido subdelegado de Tránsito en el puerto de Veracruz. Lo siguieron 13 vehículos y cerrando el convoy iba la camioneta que llevaba Fernando López Bouzas.En el entronque a Texistepec, la Policía Federal de Caminos había establecido un retén, donde se le marcó el alto al convoy de Cirilo. No se sabe qué pensó López Bouzas, pero empezó a disparar contra la policía y se dio el desenlace fatal. Cirilo, durante la balacera junto con su mujer y Capetillo, estaban refugiados abajo del carro que traían. Ahí fueron detenidos los tres y trasladados a la comandancia de la Federal de Caminos en Coatzacoalcos y liberados en la madrugada del día 6 de marzo. Cuando el ganadero llegó al "Mangal" todavía estaban los cuerpos de Fernando y sus acompañantes, y Cirilo empezó a decir que todo era obra del gobernador Agustín Acosta Lagunes, quien quería matarlo y que inclusive la policía del estado -al mando de Alfonso Lara Montero- dispararon desde las colinas.La mentira de Cirilo la sostenía, según porque tirado bajo el carro, oía como gritaban los federales: "Tírale al barbón", ya que Fernando y el ganadero tenían barbas. Toda la versión de Cirilo caía con su propio peso: de haberlo querido matar, lo matan; sus acompañantes iban armados y dispararon. La policía tenía el mejor motivo, pero no fue así, tanto que lo llevaron a Coatzacoalcos y lo dejaron ir porque no había delito qué perseguirle, aunque Víctor Capetillo iba armado, pero lo amparó una licencia como policía del estado. En esta mentira, autovictimado, Cirilo entró a las ligas mayores. Este incidente dio paso a una discusión con su hermano Ponciano, donde éste le decía que ellos eran ganaderos y no políticos, pero Cirilo lo tomó como a una traición y por los nervios corrió a su hermano del "Mangal". Ponciano se fue después a vivir a Tabasco.A partir de la muerte de Fernando López Bouzas, ser víctima y acusar con todo a los gobiernos que se le enfrentaban fue su constante: el 25 de febrero de 1987, Cirilo era detenido por elementos del Ejército por acopio de armas y recluido en el penal de Allende del puerto de Veracruz. Ahí armó un motín y Don Fernando Gutiérrez Barrios, entonces gobernador de Veracruz, fue al lugar de los hechos. El motín se acabó y Cirilo fue mandado a la celda de castigo que daba a la calle. Ahí usted lo podía ver en short y día y noche. Afuera del penal había gente que se turnaba para que no le pasara nada. Gana un amparo federal y sale a los 9 meses.De ahí se va a vivir a Puebla donde gobernaba Manuel Barttlet, y el 31 de octubre de 1994 es detenido por la Policía Judicial Federal en una calle de Puebla. Traían en el Mustang una R-15 y cuatro guardaespaldas armados. Le catearon el rancho "Los Volcanes" de su propiedad encontrando abajo del colchón de una cama dos kilos de cocaína, 52 piezas arqueológicas, armas, 8 tractores, 5 camiones de volteo y 2 mil cabezas de ganado, todo se decomisó y Cirilo fue remitido a reclusorio norte del Distrito Federal, y al año vuelve a salir mediante un amparo. Se volvía a decir la "víctima" y acusaba ser un perseguido político de Manuel Barttlet y de Patricio Chirinos.Regresa a Veracruz y casi andaba escondido. Sin dinero y perseguido, se le entrevista siendo este autor director del Liberal del Sur de Coatzacoalcos, donde manifiesta que quiere paz y que no se irá de su tierra porque no tiene a donde ir. Llegó el Alemanismo, y Alejandro Montano Guzmán lo incorpora a ser dueño de los dineros de San Juan Evangelista, donde pone como alcalde a su mayoral y como tesorera a su mujer Erika Hernández Sánchez. Cirilo tenía las chequeras de ese ayuntamiento en su casa. Ya con dinero quiso ser Diputado Federal por el PRI, pero se lo negaron. Se mudó de San Juan al hotel Kinakú de Acayucan, porque iba a ser candidato por el PAN y se decía perseguido por Miguel Alemán. Todavía se recuerda cuando vino a Xalapa a presentar su examen para candidato de los azules acompañado de su fiel perro "Toby", y como encaró al delegado de Seguridad Pública Alfonso Lara Montero en el hotel Holiday Inn, sólo para llamar la atención y decir que lo querían matar: otra vez víctima de los que le tendieron la mano.El fatídico febrero llegó en el 2003, cuando Cirilo es detenido por homicidios ocurridos en los años ochentas y los que se le acumularon. Ganó todos los amparos y salió en enero del 2005 ya siendo gobernador Fidel Herrera Beltrán, de quien decía que era su amigo, que tenía palabra, e inclusive cuando matan a su hermano en Tabasco manifiesta que el estado era seguro y acusa sin bases al gobierno de Tabasco y al gobierno federal de la muerte de Ponciano en junio del 2006.Quién sabe qué pasó, pero después de enterrar a su hermano se quedó callado y no volvió hablar de asunto, en cambio anduvo pregonando en donde podía que su amigo Herrera Beltrán lo apoyaba con 100 millones de pesos en obras y que sería el alcalde de Cosoleacaque.La historia de Cirilo Vázquez Lagunes en apariencia -se pensaba- que había acabado cuando lo matan el 19 de noviembre del 2006, pero nos equivocamos. Ahora su familia se dice acosada por el gobierno de Fidel Herrera Beltrán. Firman desplegados contra el Ejército, contra el gobierno y contra este autor que los “difama” como “un enfermo mental”, porque son “una familia donde no hay delincuentes vivos o muertos”, además, que son “hombres productivos, generadores de inversión y empleo” y si los lastimo a ellos, lastimo a la sociedad en general. ¿Será?Alguien de los Vázquez Lagunes o Vázquez González se quiere poner las botas de Cirilo. ¿Será? Que disculpen, pero cualquiera de ellos son una mala copia de Cirilo. Son más de 25 años de terror en el sur de Veracruz y a estas alturas, después de lo que ha pasado, se dicen "víctimas" y no se han dado cuenta que el "cirilismo" se enterró con Cirilo.Por lo pronto, me fui a mi cochinito y saqué mis monedas de cobre, para hacerles un monumento. ------

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